La visita a la torre de Santa Catalina para comprobar sus patologías no sólo se centró en el edificio en sí, sino que también hubo tiempo para hablar de las campanas.
El presidente del Gremio de Campaneros de la Comunidad Valenciana y jefe de servicio de patrimonio arquitectónico, etnológico e histórico de la Conselleria de Cultura, Francesc Llop, recalcó que la pretensión final es recuperar el sonido inglés de las seis campanas originales de la torre, que fueron compradas a principios del siglo XVIII en Inglaterra, donde se encontraban «las mejores campanas del mundo».
Llop señaló que de las originales, de las que tres de ellas se trasladaron a principios del siglo XX a San Agustín, donde desaparecieron después de la guerra civil, sólo se conserva una en la Catedral de Valencia y recalcó que recuperar el toque de las campanas de Santa Catalina tiene un sentido histórico y simbólico, ya que la torre fue tradicionalmente un lugar de encuentro y llamada a los ciudadanos a participar en las fiestas de la ciudad.
En ese sentido, el especialista recalcó que aunque el reloj es uno de sus elementos actuales más característicos, esta pieza «no apareció hasta 1917».
EUROPA PRESS (València)
"Levante - El Mercantil Valenciano" (08/03/2001)
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