La acción del agua había dañado el torreón del siglo XVII. / P. H. G.
Altiva y distinguida, la torre de la Iglesia de San Martín de Alberite vuelve a divisar con orgullo el valle bajo del Iregua. Después de cinco meses de restauración, el emblema del municipio luce desde hace algunas semanas un aspecto remozado para satisfacción de sus vecinos y admiración de sus visitantes.
«Las vistas desde el campanario son impresionantes. Ofrece una panorámica espectacular de la comarca y de la ciudad de Logroño», comenta el párroco de Alberite, Armando Lasanta.
Y es que la necesidad de actuar en este torreón del siglo XVII resultaba perentoria. «Tras las lluvias de la pasada primavera, hubo que vallar la plaza en que se sitúa ante el riesgo de que se desprendieran ladrillos y piedra de las cornisas», explica Lasanta.
No en vano, estos remates presentaban importantes destrozos como consecuencia de la acción del agua y de la humedad. «Se ha dado el caso de que algunos elementos de la cornisa han caído en tejados cercanos y los han roto», detalla el párroco alberitense.
A estas faltas, hay que añadir que las vigas del techo de la torre se habían convertido en un falso palomar que acumulaba importantes cantidades de porquería y el pavimento ofrecía un lamentable estado debido a la filtración de goteras. Tampoco las paredes escapaban al paso del tiempo, y mostraban un aspecto agrietado por el asentamiento de los cimientos.
Así, el pasado septiembre comenzaron los trabajos de restauración del torreón. El proyecto de rehabilitación, diseñado por los arquitectos Ignacio Amat y José Ignacio Gómez, ha sido ejecutado por la empresa Construcciones Alfaro. El importe de la intervención ha ascendido a alrededor de 190.000 euros, de los que el 85 por ciento lo ha financiado el Gobierno riojano en virtud del convenio que tiene firmado con la Diócesis y el resto, un 15 por ciento, lo ha sufragado la parroquia alberitense.
HIDALGO, P.
LaRioja.com (24-03-2008)
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