Las campanas de la Colegiata están siendo estos días objeto de unos trabajos de restauración de urgencia. Su estado de deterioro es avanzado lo que ha motivado que se intervenga sobre ellas con mucha celeridad. Está actuación, que cuenta con un presupuesto de 1.950 euros y estará concluida para el volteo del Corpus Christi del domingo, está incluida dentro de un gran proyecto de rehabilitación de los instrumentos.
El propio abad, Ángel Saneugenio, encargó a una empresa valenciana especializada en este tipo de trabajos que realizara un estudio sobre el estado de conservación de estos elementos. Los técnicos que examinaron el campanario concluyeron que, previamente a la gran intervención, resultaba necesario acometer pequeños arreglos urgentemente para evitar, entre otros males, que se rompan e incluso se desprendan y caigan como ya ha ocurrido en otros municipios.
Lo que se va hacer ahora es la colocación de una pieza de madera, el soquet, en los badajos de las campanas mayores para mejorar el punto de golpeo, y se va a instalar un badajo con cuerdas especiales de nylon de gran resistencia y cables de seguridad para fijarlas.
"La Colegiata de Gandia se adelante a la celebración del V Centenario del nacimiento de San Francisco de Borja con la petición de inclusión en la línea de ayudas de la Dirección General de Patrimonio para restaurar las instalaciones de Campanas Tradicionales de la Comunitat Valenciana", explicó el religioso.
La petición de ayudas, que se eleva a 60.958 euros, se presentó hace unos días. Pero resulta imprescindible esa primera actuación antes las deficiencias detectadas.
"Confiamos en la sensibilidad de la Conselleria en prestar esta ayuda, pues fue la administración pública quien declaró la Colegiata Monumento Histórico Nacional. Una vez más hago una invitación a la administración central del Estado, por medio del Ayuntamiento de Gandia, a que se implique en los trabajos de recuperación por medio del 1% cultural aplicable a este fin", apuntó.
El proyecto que ahora se pretenden llevar a cabo se ha elaborado tras la visita realizada al campanario. La empresa consultada redactó un informe sobre el estado de las campanas así como de los equipamientos instalados para sus toques automáticos.
El campanario está configurado por cuatro cuerpos bien diferenciados. El primero actúa como base y en los tres superiores se albergan las campanas. En el segundo están las tres mayores, litúrgicas; en el tercero los dos tiples también de uso litúrgico, actualmente en desuso; y en el cuarto, las horarias que marcan los toques de cuartos y horas.
Es mucha la importancia histórica de estas últimas, ya que la campana de cuartos, de aproximadamente 160 kilogramos, data de 1783 y la de horas, de unos 850 kilogramos, es aún más antigua. Pero el primer estudio realizado se ha centrado en las otras, dada la inmediatez que requiere su recuperación.
El principal problema que los expertos hallaron fue la modificación de su instalación tradicional. Para la recuperación acústica "es necesario efectuar una limpieza profunda por fuera y por dentro de los bronces con el procedimiento de chorreo a baja presión", lo que ayudará a eliminar la capa de óxido y suciedad incrustada que afecta al tono, al timbre y duración sonora. Es decir, podrían recuperar su sonoridad original perdida por el paso del tiempo.
ESCRIVÀ, A.
Las Provincias (23-05-2008)
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