Utrera: «No me gusta el volteo de campanas por el peligro que tiene», dice el párroco
El párroco de Santa María de la Mesa, Miguel Román Castellano. - Foto J.M. BRAZO MENA
Los vecinos de Utrera siguen conmocionados por la trágica muerte de José Pérez Cela, ocurrida el pasado domingo de Corpus cuando volteaba una campana de la iglesia de Santa María de la Mesa, siguiendo una tradición que había desaparecido y que fue recuperada hace unos dos años por la Asociación de Campaneros de Utrera (Acamu), de la que el fallecido era presidente.
Después del impacto emocional que ha supuesto el mortal accidente, y tras el entierro, ayer mismo, de José Pérez Cela, el párroco de Santa María, Miguel Román Castellano, decidió cerrar la torre del campanario mientras espera que el suceso se aclare para poder decidir si continua autorizando que se realice el volteo de las campanas.
Campanario eléctrico
El párroco, que lleva cincuenta años a cargo de la iglesia, comentaba a ABC que nunca fue partidario de que se volteasen las campanas por el peligro que suponía esta práctica, como demuestra el accidente ocurrido e incluso comenta que hasta que esta tradición fue recuperada por Acamu, realizó una instalación eléctrica en el campanario.Pero el párroco acabó cediendo a la insistencia de la Asociación de Campaneros en cada una de las festividades en las que se volteaban las campanas, y era precisamente José Pérez Cela quien acababa convenciendo a don Miguel para que los dejara voltear las campanas. «Se empeñaban y decían que tenían todo tipo de garantías, que no pasaba nada y además, la asociación se hacía cargo de la limpieza de la torre, de su restauración y de arreglar las campanas», dice Miguel Román.
No obstante, el párroco siempre les hacía firmar un documento en el que la iglesia quedaba exenta de cualquier responsabilidad en caso de ocurrir alguna desgracia.
«A mi me parece que ha sido verdadera mala suerte. Era una persona buena y responsable, dice el párroco, quien opina que para hacer repicar las campanas no era necesario hacer la exhibición peligrosa que llevaba a los campaneros a permanecer en el vacío y a salir al exterior de las torres de los campanarios, que en el caso de la de Santa María tiene una altura de unos cuarenta metros.
«No me gustaba el volteo de campanas y no quería que se hiciera no por estar en contra de esta tradición utrerana, sino por el gran peligro que entrañaba, y al final, ha pasado lo peor. Por ahora voy a dejar la situación en suspenso, con la torre cerrada en espera de que se aclare todo. De todas formas no soy partidario ni ahora ni nunca de que se voltéen las campanas», reiteró el párroco.
Por su parte, en el seno de la Asociación de Campaneros de Utrera «por ahora no hay ni ánimos ni fuerzas para decidir si continúar con la tradición del volteo», según señaló a ABC uno de sus miembros.
«Él, que fue un gran impulsor de la recuperación del volteo, diría que siguieramos adelante», dijo e indicó que hoy se celebrará una misa en Santa María en memoria de José Pérez Cela.
Fuentes de la asociación indicaron que tenían pensado poner una placa en el campanario en recuerdo del fallecido y que, en primera instancia, se organizarían para ayudar a la familia.
Médico, concejal, presidente de los campaneros y muy querido en Utrera
José Pérez Cela, médico de profesión, presidente de la Asociación de Campaneros de Utrera y gran defensor de esa peculiar forma de repicar las campanas, era una persona muy conocida y querida en la ciudad. Fue concejal por el Partido Andalucista durante los años 1990-91, en sustitución de su padre, que dimitió del cargo. Su familia era muy conocida en Utrera porque su abuelo fue el único fotógrafo que había en la localidad durante cerca de sesenta años. El fallecido ejercía la medicina en el Consultorio de Virgen de Consolación, que hasta hace poco se ubicaba en la calle Ancha y ahora ha sido trasladado a la calle Corredera. Pero también tuvo un bar y un gimnasio en la misma vía utrerana.Ayer, al funeral celebrado en Santa María de la Mesa, acudieron muchos de sus vecinos, de sus pacientes y sus amigos y compañeros de Acamu, además de representantes políticos como el alcalde, el andalucista Francisco Jiménez; el ex regidor socialista José Dorado Alé o el concejal del Partido Popular Carlos Javier Sánchez Soto, quien señaló que toda la familia estaba destrozada por la trágica muerte de José.
FLÓREZ, Aurora
ABC (16-06-2004)